Francisco Zea (FZ), conductor: Ponga mucha atención en esta entrevista porque al finalizar vamos a regalar dos libros, pero le vamos a hacer preguntas de lo que hablamos en la entrevista, para que sea alguien que de verdad está interesada.

Así que recibo con mucho gusto a Celia del Palacio, autora del libro "Leona", una novela sobre la gran heroína de la Independencia, Leona Vicario. ¿Cómo estás Celia? Bienvenida.

Celia del Palacio (CP), escritora: ¿Qué tal? Muchísimas gracias, muy contenta aquí presentando este libro.

FZ: Te he de decir que me acerqué a Leona Vicario y me pareció un personaje fascinante, son de esos personajes que, además de todo, tienen muy buen timing, como dicen los publicistas, este libro, en el marco del Bicentenario de la Independencia.

Pero es, a lo mejor, uno de los personajes más olvidados de todos los que están en esta justa y que tuvo un papel fundamental; que yo creo que si no hubiera leído esta obra tuya, no lo hubiera podido llegar a comprender en todo lo importante que fue el papel del Leona Vicario. Cuéntanos por qué se le ocurrió aquí escribir su vida.

CP: Pues mira, justamente porque es una de las mujeres heroína de la Independencia, pero que está olvidada realmente su participación. Me parece que es muy importante recuperar lo que hizo, porque no se sabe con justeza todo lo que ella entregó para que la Independencia pudiera triunfar.

Ella era una mujer de la élite, de la clase alta de la Ciudad de México y sin embargo, a pesar de que tenía 19 años, una gran fortuna, un novio rico y demás, decidió entregarse a la causa de la Independencia; ella ayudó como correo desde la Ciudad de México para recibir las cartas de los insurgentes y distribuirlas a los conspiradores en la Ciudad de México.

También ayudó con sus propios medios, con su fortuna, a sostener la causa, a ayudar a que se fueran los que se querían ir a luchar, a sostener a las familias de los armeros para que los armeros fueran a fabricar armas para los insurgentes.

Posteriormente, cuando fue aprehendida por la inquisición, ella no confesó ninguno de los nombres de las personas a quienes entregaba las cartas y escribía las cartas, lo cual fue fundamental para que la conspiración se conservara en la Ciudad de México.

Y después tuvo que huir, y a pesar de que anduvo huyendo por una buena parte del país, por el sur, en la tierra caliente, de diversos estados, en los actuales estados de Guerrero, Michoacán, Estado de México, durante muchos años, ella no se rindió nunca, nunca aceptó los indultos, nunca aceptó el perdón que le ofrecía el gobierno virreinal y se mantuvo así a salto de mata.

Incluso cuando estaba embarazada, cuando tuvo a su hija en situaciones muy adversas y muy precarias; e incluso después de la Independencia, cuando ya se hubo realizado el objetivo principal, ella sigue luchando y ella siguió enfrentándose a los personajes de la primera República.

Incluso, ante el Presidente de la República tuvo que ir a defender a su marido que estaba siendo atacado como muchos de los periodistas de la época, ella fue y lo defendió. Sin embargo, pues el marido tiene estado de la República, nada menos que Quintana Roo.

FZ: Así es, y ella...

CP: Y ella ni a pueblo llega, vaya.

FZ: Es muy interesante lo que estás platicando sobre la personalidad del Leona Vicario. Aquí hay varias cosas que me llaman la atención; primero, que una mujer se hubiera metido de lleno en la lucha ¿no? Hay una escena en donde están planeando el apoyo de varios notables de la Ciudad de México, precisamente este movimiento insurgente.

Y ella, de repente, ahí entre todos, alza la voz y dice, "bueno, ¿yo que puedo hacer?", lo cual primero causa un poquito de sorpresa por parte de todos, pero después le dicen, "bueno, pues tú puedes, a la mejor, aportar dinero" y alguien propone que se cree esta red de comunicación, que es fundamental.

Hoy en día no lo entendemos porque los celulares han modificado, incluso, nuestra forma de entender la vida; pero en aquella época el correo y las cartas eran fundamentales, también, para el éxito de cualquier plan; entonces, se crea estar en comunicación. Pero me da la impresión también, por otra escena que tú narras posteriormente, que tampoco tenía mucha idea de lo grave que era la situación hasta que llega ese primer correo con cartas de Allende, me parece...

CP: Así es.

FZ: Y que ella se queda pasmado, al igual que las personas que están en su círculo íntimo. ¿Hasta qué momento Leona Vicario realmente entiende que tan adentro estaba este movimiento de Independencia?

CP: Pues es justamente cuando le llegan las primeras cartas, cuando advierte que está en peligro, incluso, su propia vida, su honor, su posición; y posteriormente, cuando le descubren las cartas y tiene que salir huyendo de la Ciudad de México y se ve caminando, sola, con las medias rotas, con los zapatos ya por ahí llenos de lodo y demás, se da cuenta que no es tan fácil.

Que incluso, los propios insurgentes que se encuentra en su camino y que ella les pide que la lleven a Tlalpujahua, le dicen, "no, pues no necesitamos mujeres, necesitamos hombres que ayuden a la lucha, muebles como ustedes ahí se pueden quedar". Entonces, se va dando cuenta poco a poco y muy gradualmente, que las cosas no son tan fáciles como ella lo pensaba al principio.

FZ: Otra de las cosas importantes, ella desarrolla también este... como el sentimiento que tienen muchos mexicanos, en ese momento, en contra de los peninsulares que eran los que tenían todos los privilegios. Y desarrolla también, no un odio sino un sentido de justicia para los mexicanos nacidos aquí en la República Mexicana, conocida hoy como la República Mexicana.

Pero esto lo desarrolla con todo y un tío que había sido rector de la Universidad y que además, era uno de los más férreos opositores a todos los movimientos que trataban, de alguna forma, de independizarse y bueno, esta disputa que se dio entre virreyes en la Ciudad de México.

CP: Así es, este tío, su tío Agustín Pomposo Fernández de San Salvador, era uno de los personajes...

FZ: Me encanta que, además de todo, usted cuando lea el libro va a ver que está, incluso, el nombre completo de Leona Vicario; que en lo que nos platicas lo voy a buscar, bueno, tú te lo sabes.

CP: Sí, María de la Soledad Camila Leona Vicario Fernández de San Salvador.

FZ: ¿Por qué les hacían eso en esa época? ¿Si era necesario?

CP: Pues María era por la virgen María, Camila era el nombre de su madre, Soledad era el nombre del día en que había nacido y Leona no sabemos de donde sale, pero ese es el nombre que ella, incluso, elige por encima de todos los demás para llamarse.

FZ: María de la Soledad Camila Leona Vicario Fernández de San Salvador.

CP: Exactamente.

FZ: Bendito sea Dios. Bueno, cuéntanos como desarrollar todo esto cuando tienes al interior de tu propia casa a una persona con esa posición, que además de todo, de alguna forma entiendo que tú eras parte importante de su manutención ¿no? O sea, vivía de ti pero pues en ese entonces el respeto a los parientes era...

CP: Era muy, muy fuerte, no se podía desobedecer ¿no?

FZ: Claro.

CP: Pero ella se empezó a relacionar con gente que estaba a favor de la autonomía, primero y después de la independencia. Justamente la familia Obregón, un novio que ella tuvo, Octaviano Obregón, que después se fue a España como diputado de la Corte.

FZ: De las Cortes de Cádiz, sí.

CP: Exactamente. Ellos fueron los que la empezaron, digamos, a introducir en este mundo de los descontentos, porque además estamos viendo que esta sociedad virreinal estaba profundamente dividida y que, justamente, en medio de los propios oidores, de los propios gobernantes, había muchos que no estaban de acuerdo con las políticas del gobierno español.

FZ: Claro. Y por ahí finalmente le fue surgiendo, y después conoce a Andrés Quintana Roo y se enamora de Andrés Quintana Roo que estaba muy amolado, pero que era un hombre muy interesante, ¿no?

CP: Así es, poeta, joven, recién había terminado la carrera de abogado, estaba trabajando como pasante ahí en el gabinete, en el bufete del tío; él traía también ideas libertarias, puesto que su padre era una persona que también había hecho algunos movimientos en Yucatán.

Entonces, bueno, era favorecedor de las ideas de independencia, pero también Leona lo introduce en esta sociedad de los conspiradores, de Los Guadalupes, de los cuales también se conoce bastante poco.

FZ: Claro. Y de verdad, yo creo que hay que resaltar en la figura de Leona Vicario, lo fundamental que fue; obviamente ya después, el 26 de septiembre de 1821 cambia totalmente el panorama cuando ya está entrando al mando del Ejército de las Tres Garantías Iturbide, y cambian las cosas. Pero siempre fue una mujer que poco se le reconoció el gran peligro en el que estuvo y además los sufrimientos en los que estuvo, ¿no?

CP: Exactamente y además se le despojó de su herencia, precisamente para que no ayudara a los insurgentes; después, ya muchos años más tarde, se le restituyó de alguna manera, pero incluso, ya una vez entrada la República, justamente le reprochaban que le hubieran regresado la herencia, que por qué, que no había hecho nada y que finalmente se había ido con el novio, que esa había sido su única labor.

Y bueno, francamente, yo creo que hay que reivindicar todo el trabajo que tuvo Leona y que entregó todo lo que tuvo económicamente y con trabajo.

FZ: Cuéntanos un poquito de cómo fue el proceso de elaboración de este libro, en dónde te allegas de la información que, realmente está muy acabada.

CP: Pues, estuve investigando durante dos años para poder crear el personaje de Leona, estuve viendo el proceso inquisitorial que todavía se guarda, todas las respuestas que ella dio en el proceso, las preguntas de los inquisidores, los inventarios de su casa, de los objetos que tenía en su casa, las cartas del tío, las cartas del propio Andrés Quintana Roo años después; todo este material, aparte de las otras biografías que se han escrito sobre Leona, que no han sido muchas, lamentablemente.

Historias sobre la vida cotidiana, la cultura de aquel momento, los objetos, el modo de vestir, la comida, las bebidas, todas estas prácticas del diario vivir de la época de la independencia.

Aparte, me fui a buscar todos los lugares en donde Leona había estado, fui a buscar su hacienda en los llanos de Apan, que todavía existe y se conserva por fortuna, me fui a Oaxaca, a Chilpancingo, por algunos lugares de tierra caliente, al sur del Estado de México, para ver en donde había estado y en donde había sufrido todas estas privaciones y poder contarlo y ver como era.

FZ: Pues gran trabajo, gran trabajo, de verdad que yo se los quiero recomendar mucho, se llama "Leona", Celia del Palacio es la autora, editorial Suma de Letras.

CP: Así es.

FZ: Para que lo busque, no va a tener mucho problema, usted haga de cuenta que es un papel tapiz de la época en color anaranjado y dice la palabra "Leona" en el centro y está muy bueno. De verdad me parece un homenaje muy justo en esta época del Bicentenario que tanto traemos los restos de todo el mundo, pero no sabemos que fue lo que hicieron estos restos que los andamos llevando de un lado para el otro.

Pues muchas felicidades, de verdad.

CP: Muchísimas gracias.

FZ: A ver, con qué pregunta regalamos estos dos libros.

CP: ¿Cómo se llamaba el tío de Leona? Que lo acabamos de decir.

FZ: Nada más con el puro nombre, ¿no?

CP: Sí, el nombre, el nombre.

FZ: Porque es muy complicado que la gente se vaya a aprender... o si no, con que nos digan tres de los nombres de Leona Vicario y si no, el primer nombre del tío, o ¿qué es lo que había hecho?

CP: El puesto que tenía.

FZ: ¿Cuál era el puesto que tenía más relevante? ¿Les parece? Al 91126678 y 91126679, que nos echen un telefonazo y les regalamos uno de estos libros de Celia del Palacio de "Leona", de verdad enhorabuena y búsquelo, ya lo venden en todas las tiendas, en Sanborns, en Gandhi, en todas las que usted quiera, ahí puede ir, editorial Suma. Celia del Palacio, felicidades, un extraordinario trabajo.
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